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miércoles, diciembre 31, 2008

Excusas del año nuevo

La tierra completa ya al fin una vuelta más ante el imponente astro, de nuevo ante las imagenes de los años, hacemos reflexión de cambios a pesar de que muchos de estos no ocurrian jamás, deseamos feliz año y suerte, juzgando que el azar es el endeble hilo que nos toca para persistir en la tierra ganando con gran asombro nuevas y tiernas experiencias.
Sabiendo que el filo esta más cerca de nuestro gaznate que antes, pero a la vez llenandonos de esperanza, ¿pero que nos cambia en una noche? acaso no se pone el Sol y sale al dia siguiente, como una noche cualquiera, no entiendo esta absurda celebración más que una excusa para intentar ser mejores en los dias venideros.

lunes, diciembre 01, 2008

Inolvidablemente tuyo

Ahuyenta con las palabras de la razón los males que quiebran en la mente errante de aquel que no halla respuesta en las lagunas ya vacias del corazón, esboza el triste pasado en el cuadro de una historia triste para que pueda olvidar los inauditos dolores que arrastre el cuento enfermo de una vida sin respuesta por las aladas del ángel cupido, helando de cual quiere modo la calor que nutre la sensibilidad inairiente este cuerpo que no mereció vivir tan espantosa dolencia que comenzó donde tus ojos encierran el secreto de la verdad que no podra ser retraida por mis ojos oscuros visionarios de un futuro que a la vez que me alegra me disguta, porque si es verdad lo que mi llanto nocturno respeta, no necesito más señales divinas.
Alejate de mi alma de mujer y no llores mi perdida porque si algun día me quisistes entendaras que fue imposible por tu propio egoismo y no fui yo quien dejo perder las joyas de tus labios, porque yo te amaba con todo el corazón y jamás habra otra igual, aunque el lamentable envite sea el amargo silencio de este dolor al veros, tú y solo tú deseastes perder el tesoro en mi guardado, sin respetar las simples normas de un amor incrédulo, asi que ahora no me preguntes por fe, cuando tú envenenastes lo que yo con tanto afán te regale, olvidame y quizas de ese modo pueda yo olvidarte.

sábado, noviembre 22, 2008

El cuchillo manchado de Oraciones

El Sol deslumbraba desde lo más alto del cielo, el reloj marcaba las dos, al entrar en el Gran Hotel una recepcionista me atendió, pero al preguntar por Don Rafael sin saber su apellido poco pudo hacer, así que decidí entrar por mi cuenta en el lujoso restaurante.

Había como unas cuarenta mesas de distinguido mantel impoluto, cubertería de plata y vajilla de porcelana, las copas de un fino cristal de bohemia era el toque crucial para tan distinguidas mesas. Al parecer nada era suficiente para los ricos huéspedes del Gran hotel, al final de la sala un pequeño escenario donde vi. un viejo piano de cola y poco más donde representar actuaciones, frente a ello un gran espació vació, supongo, que hecho a drede para el baile, después me fije en los techos de bellísima decoración y aquellas lámparas de araña que sorprendía hasta a los camareros cuando su poco trabajó les obliga a distraerse como fuera.

Noté una mano en mi hombro lo que provocó en mi gesto que  curvara la cabeza hacía el lado derecho para ver de quién se trataba, era Don Rafael que vestido casi de gala me dijo que lo siguiera hasta nuestra mesa.

-Bonito lugar. ¿No cree?- me preguntó.

-Sí, tal vez demasiado lujoso para mí.- Le repliqué.

-Tal vez. Aunque algún día usted será el que me este esperando aquí sentado, tomando un buen habano. ¿Por cierto gusta?- Antes de finalizar la última frase Don Rafeal me a largo la mano ofreciendome un habano, al principio lo renuncie, pero su insistencia me obligo por decirlo de algún modo, a tomarlo, pero no desee empañar de humo nuestra conversación así que lo guardé con delicadeza en uno de los bolsillos de mi nueva vestimenta.

-¿Para que me a hecho venir? Sí no es mucha molestia mi pregunta.-

Don Rafael me miró in distintivamente, y prosiguió. -Cada cosa amigo mío, a su debido tiempo, ahora disfruta de la música.-

En el pequeño escenario antes nombrado, apareció un hombre de pieles color café pocas veces havia visto yo un color de piel tan bañada por el sol, a lo cual de mi sorpresa, ese hombre empezó a tocar y recuerdo aun aquella sinfonía porque sus manos eran de tacto tan sensible con el instrumento que parecía una escena entre dos enamorados, al terminar la primera sinfonía la gente aplaudió con entusiasmo y yo entre de ellos. 

Don Rafael muy observador mandó que nos sirvieran un buen filete y en poco tiempo tuvimos la comida en el plato, aunque los ojos de mi buen amigo eran ausentes y se movían de un lado para otro buscando en los vacíos de la sala algo o a alguien, mientras yo me hacía el distraído comiendo con tal parsimonia aquel bistec que me supo a gloria, al finalizar el último bocado de mi plato, él todavía iba por la mitad, a lo que causo en mi, una pregunta.

-¿Qué busca, don Rafael?-

Él me miró y sonrió como si le hubiera cazado al vuelo. -A un hombre, que ya tendría que estar aquí.-

De repente un hombre entro en la sala, yo no fui el único que lo vi ya que su poco elegancia traslucía entre tanto lujo, así que todos los comensales de la sale le miraban. Vestía zapatos negros conjunto al pantalón del mismo color, luego unos tirantes hacían a la vez de sujeción y unión de sus hombros hasta su cintura y una camisa blanca en su gran parte del pecho manchada, quizás de sudor. A su lado un hombre más distinguido le acompañaba este vestido de traje, limpiaba con pañuelo de seda sus gafas.

Don Rafael que observaba callado, igual que los otros comensales, dijo. -Ahí esta.-

-¿Ahí esta quién?- Pregunté.

-El hombre que buscaba, el hombre que ha de besar tierra santa.-

-¿Ese es?-

-Sí.- Contestó, ambos sabíamos  el varo significado aquel ''SI''.

El hombre se acerco a la mesa, Don Rafael lo miró, pero su mirada me sobrecogió pues aquellos de cordialidad, cambiaron con rapidez a una oscura maldad, como la primera vez que hablé yo con él.

- Don Rafael, ya esta hecho.- Le dijo el nuevo conversador, y de su bolsillo dejó un pequeño pañuelo manchado de sangre, que resguardaba un cuchillo empapado también del liquido de la vida.

Don Rafael, no emitió respuesta y con la mano derecha hizo signos para que nos dejara, el hombre acto seguido salió del restaurante.

-  Jericó, váyase tengo asuntos que atender.- Se levantó de la mesa y fue a la barra, donde el segundo hombre estaba tomando una copa. Yo hice caso y salí, el Sol aun despuntaba en lo más alto del cielo pero una pequeña brisa hacía ya caer las mustias hojas de los árboles despidiendo ya al verano y dando la bienvenida al otoño. 

Ojosnegros me esperaba en la entrada.

- Ya sabes que debes hacer.- Me dijo a la vez que me daba un pequeño cuchillo, yo lo cogí sin refunfuñar. -Acompáñame.-

Sus pasos lentos pero a la vez ágiles en la cera me hicieron entrar en un pequeño callejón que daba atrás del Gran hotel, donde aquel hombre de camisa manchada estaba sentado llorando por alguna misteriosa razón, me acerqué a él, el hombre sujetaba algo en su mano, a primera vista era un rosario, pero la verdad la adrenalina ya estaba en mi cuerpo y poco me dejaba observar. El hombre se levantó, tal era mi sorpresa que no supe actuar a tiempo, se balanceo sobre mí, la respiración se disparo entre mis oídos sin poder diferenciar cual era la mía y la suya, saco un puñal y intento clavármelo pero mis reflejos supieron actuar a tiempo esta vez y pudo parar el golpe certero antes de tiempo soportando con mi mano izquierda su mano con el puñal en el aire, de repente una sobra se balanceo sobre nosotros dos y con corte rápido y con gran maestría en el cuello de aquel pobre hombre termino con mi lucha. Al caer con su último aliento cogió de nuevo el rosario y mis oídos pudieron oír su última oración, Ojosnegros me levantó y desaparecimos tal y como habíamos aparecido en el callejón lentos y silenciosos.

jueves, octubre 16, 2008

Prólogo de una obra que jamás terminare:

En las noches de oscuridad donde el corazón relata mi ser, quiero escribir la verdad sobre los sentimientos que me evocas:

Jamás entenderé porque te quiero tanto y las ansias de tenerte cerca para abrazarte y besarte, pero a lo sumiso de mi razón encuentro en ti lo que provoca que en mi corazón desdeñoso se halle una herida difícil de curar, pues en tu juventud otorgas el fallo de no entender aquello que en mis ojos se ve con plenitud salada, pues jamás hallaras la respuesta de lo que siento, porque la simpleza de mi gesto no es visible a tus ojos, al menos aún y aunque a veces deseo a ferrarme a esa falsa esperanza de que un día pudieras verme como yo te veo, quizás ese día, ya seria demasiado tarde y la flor de mi jardín este ya marchita, mas este escrito me servirá de recuerdo de aquello que tanto ansió y que no pudo ser.

Por eso ahora lejos del labio quebrado de mi doncella deseo relatar el motivo que en esta mente enferma propaga una pequeña luz o una infección que en mi sangre brota por doquier llamada amor, ese es el motivo que en tu tristeza  este mi pena y que tus lágrimas sean las de este desdichado que odia con todo el afán de su vida verte llorar y no poder hacer nada.

La verdad es que en ocasión pienso que jugaste conmigo como uno más de los títeres a los que acostumbraste a tus labios, pero eso pensamiento ideoso marcha rápidamente de mi memoria al saber que aún te amo y que siempre te esperaré, ya que hay cosas que jamás desaparecen y que ni el tiempo puede desquebrajar y omiso de mi ser recordaré que cierto es que el primer beso nunca se olvida, pues imaginaros, el primer amor y como siempre te digo te llevaré siempre en mi corazón, aunque este acto alimente a mis sentidos de una sincera nostalgia y un dolor irrevocable ya que mi tarea es luchar contra ese dolor, hasta aprender amarte sin dolor, aunque que tal vez sea incapaz.

La verdad del sentir

El azar nos había unido como almas de bien, pero ahora ya no te queria a mi lado dejando que mi devoción por ti desapareciera, tal vez para siempre, aflijido en las oscuras noches de la vida te busco inquieto entre mis sueños y tu a olor bordea de nuevo mi respiración sosegada y la vez deseo olvidarte pero la joya de mi vida que entre paredes de hueso, musculo y carne aún siente por ti lo que jamás sentistes por mi, hace que un mis diablos del pasado brinden a la luz de una noble llama de pasión y amor.
La verdad esque no podré olvidarte jamás, pese el dolor que me aflijes sin darte cuenta porque como un satiro me exclamece y gozó de esté, como si mi vida no fuera más que un simple adorno, me gustaría decirte que fueses feliz, pero aveces soy incapaz de ello ya que en inmadurez jamás comprendistes hasta donde llega un amor verdadero y sere un fracoso, pero en verdad mi verdadero fracaso esque tú jamás me amaras como yo lo hice.

miércoles, octubre 15, 2008

Ensayo del Vació existencial:

Pensamientos puros y claros, se concierne en la mente humana que cuantiosa en recursos sublimes clasifica con la destreza de un artista, estos pensamientos son los que ayudan a entender y crear parte de nuestra propia existencia, lo que nos da la pura idea de existir.
¿Pero que nos concierne a nosotros cuando a pesar de nuestra conciencia de existir, no encontramos razón de esta?
¿Qué fuerza nos otorga el pensamiento y cual es el miedo de desaparecer entre las lagunas de la historia?
Podríamos decir que la razón nos hace humanos y que las particularidades del yo, hacen que nuestro ser sea como es y solo la unión de estas, crean en nosotros la circunstancia de la existencia. Entonces partiendo de este punto de absoluta certeza, ¿Cómo podemos concebir el vació de nuestro espíritu o de nuestra mente en algún momento de nuestra vida?
¿Acaso cuando notamos ese vació dejamos de existir? Pues en definitiva la principal pregunta que nos debería concernir a toda la raza humana es: ¿Qué de hacer yo, para tener la mejor existencia posible?
Con la meditación y la ayuda de la filosofía transmitida durante años de historia, podemos hallar tal vez una respuesta que no a de atenerse a un carácter totalmente general, ya que como antes he explicado el ser también esta formado por particularidades singulares.
Sabemos que durante nuestra vida somos potencia y acto, es decir, tenemos la potencia de mejorar y adaptación y el acto es la realización de estas, el principal problema es el esfuerzo a veces excesivo por no decir sobrehumano que debemos realizar para exponer nuestra potencia pasiva a una potencia activa llegando así al acto puro. Ese fue uno de los principales errores a mi parecer que tienen y tenían los grandes filósofos y pensadores ya que ellos abrieron valientemente las puertas a la potencia, pero en la mayoría de las ocasiones no pusieron el suficiente empeño al paso de la potencia pasiva a la potencia activa hasta llegar al acto, es decir llegaban a meditaciones tal vez ciertas pero casi nunca llevaban estas a la práctica o eran tan abstractas que no se podían realizar.
Siguiendo el matiz de este pensamiento me atrevería a decir, tal vez errando como pensador particular, que el vació existencial que todo ser humano nota en algún momento de su vida es la observación y pasividad de su propia potencia sin llegar en muchos de los casos a realizar un cambio en esta y llegar así al acto puro.

miércoles, julio 30, 2008

La verdad de Romeo.

Mi corazón no late porque no estas en mis brazos,
mis pulmones se asfixian de aire porque no sienten tus suspiros,
mis ojos detestan de su visión porque no ven lo más bello,
mis oídos reniegan al no oír tu voz.

Entonces decipme si no es amor,
porque te recuerdo incluso en mis sueños.
Si no es amor porque no tengo mundo sin tu risa,
aunque dura es mi vida al menos en mis pupilas
guardo mi tesoro preciado que eres tú amor.

lunes, julio 21, 2008

Un recuerdo entre sueños

El sueño y el cansancio por fin me concedieron un pequeño respiro y caí en las sombras confusas de la conciencia, entrando en aquel trance donde las imagenes se crean para luego desvelar medias verdades.
Mi cuerpo de nuevo sintió la seca soga en mis muñecas y todo el peso que se dejaba caer de mi cuerpo sobre ellas, entre las sombras de aquella habitación de tortura la voz de un anciano ya conocida.
-¿Donde esta la chica? ¡Contesta!-
-No lo se.-
El hombre desveló su cara que para mi sorpresa era aquel anciano que mi arma había mandado con un suspiro de muerte a donde las almas descansan.
Otra voz pero esta vez femenina daba vueltas en mi cabeza diciendo me que resistiera a toda tortura y mi cuerpo volviéndose fortaleza y inapelable le hacía caso sin querer contestar a una verdad tal vez oculta en el olvido. De nuevo estaba allí aquella bella muchacha que rezaba para apaliar mi sufrimiento.
Entre las sombras del sueño también apareció el cadáver de un hombre que pude reconocer, era Lluís que desangrado me miraba mostrándome mi debilidad y mi parte más humana.
La soga se debilito y dejando me libre de mis ataduras pude progresar hasta un pasillo donde la memoria solo concedía la visión de dos cuerpos uno de ellos el anciano y otro oculto que hablaban, la voz del otro hombre también era conocida por mis oídos pero el recuerdo sabio y traidor no me dejaba esbrinar su rostro con la mirada, asi que me acerque más pero la distancia de los sueños siempre es infinita cuando la memoria perezosa no goza recordar.
El gallo ya cantaba y mis ojos abriéndose presenciaron el nuevo amanecer de un nuevo día. Mi cuerpo sudando tal vez de terror o de confusión había dejado la vieja cama mojada del olor salado de la misma sudor que rodea mi cuerpo, en el escritorio había ropa limpia y una nota que ponía:
''Bañase y cámbiese, nos vemos a las dos de la tarde en el gran hotel, Ojosnegros será su chofer cuando este preparado dígaselo.''
Firmado Rafael.
Así que agarré la ropa y baje por las escaleras en ellas una gran ventana que desvelaba con el la luz solar la entrada principal donde un coche estaba a la espera y Ojosnegros apoyado en el capo fumaba tranquilamente un cigarrillo, el día era perfecto sin nubes en el horizonte lo único que era de queja era el fuerte viento que soplaba de tramuntana al cual ya estaba acostumbrado al ser un isleño más. En la planta baja encontré un gran baño de suelo de mármol y una bañera parecida a la de los hoteles que ya bordeaba de humo un agua caliente que alguien ya había introducido antes de mi, para agilizar mi limpieza.
Por fin limpio salí del baño con dirección a la entrada principal, mientras el reloj de la sala sonaba alertando de que ya eran la una y media y Ojosnegros dentro del coche ya con el motor encendido en espera mientras yo bajaba los cuatro peldaños de la entrada principal y entraba en el coche.

martes, julio 15, 2008

Nacido con mala estrella

La lluvia caía sin cuartel entre la calles de la ciudad, él desapercibido de mi visita tomaba su café, entre el humo del negro liquido y su cigarrillo, la tormenta veraniega había sorprendido incluso a los devotos de la iglesia que salían ya de la primera misa de Santa Eulalia.
El hombre finiquito su deuda con el camarero y marchó por la calles que comunicaban dicha plaza con la legendaria muralla palmesana, tenia un caminar lento como si cogeara de una pierna y su barba que se dejaba caer en un pecho anciano que luchaba por respirar entre tanto vicio tabaquero.
Los nervios se entrelucian en mis pupilas y mi paso era rápida hacia mi primera presa sin saber yo falto de sigilo que ella ya me había observado, el chaqueton marrón que portaba con una distinción propia de un burgués acomodado me daba señas de desaparecer en una esquina, entonces cogí el arma con el brazo izquierdo pero la mantení lo suficientemente para que no sobresaliera de mi aduendo y corrí tras él para no perder la pista, al gira por la calle contigua observe como el hombre había desaparecido entre el empedrado de la calle y el noble puente que colgaba como una enredadera de un edificio a otro, mi cuello que había comenzado a latir con un pulso desproporcionado se tranquilizó, y al girar de nuevo sobre mis pasos me sorprendió un revolver que me apuntaba directamente entre ceja y ceja.
-¿ Por qué me seguís?- Su voz traslucía en una garganta negra y el mal aliento casi mi dejaba enmudecido.-Contestad, ¿por qué me seguís?-
- Yo no os sigo.- Contesté con nerviosismo. Pero mis ojos delatores fueron suficientemente para el anciano, para ver mis negras intenciones.
- Mentira, si sigo vivo es porque se cuando me siguen. Lo siento muchacho, espero que encuentres el perdón de Dios.-
Mis ojos se cerraron como para despertar de un terrible sueño o quizás para prepararse para el sueño eterno. Sonó un disparo, claro y preciso, la camiseta manchada del rojo de sangre se había resquebrajado por donde había entrado la bala, él hombre cayó de rodillas mientras mi arma aun suspira el humo del tiro certero que me había salvado la vida.
Mi cuerpo empezó a temblar nunca había matado a un hombre con sangre fría lance el arma, y comencé a caminar como una sombra hacía otro lugar antes de llegar a la esquina oí un grito y empecé a correr como si mis pasos fueran la negación a la acción ya cometida.
Llegué entre mis pensamientos de locura a la gran posesión que durante los últimos días había sido mi cautiverio y a la vez como un preso falto de libertad mi hogar. Rafael me estaba esperando en la terraza que daba a la vista a los campos de la gran posesión tranquilo tomaba como un bretón su té de cada mañana.
-¿Lo has hecho?- me preguntó mientras removía con desazón el té.
-Sí.- Aunque mí alma era incapaz de reconocer tal cometido realizado mis ojos no traicionaban a la verdad y mi voz aun menos.
-¿ Como a sido?-Mi voz no dignaba a describir tal escena.- Bueno eso da igual ya, si esta bien hecho. Retira te a descansar, la primera vez siempre es difícil.-
Un hombre de mediana estatura apareció en la escena.
-Rafael, su aprendiz a dejado esto en el lugar del crimen.- El hombre desabrocho uno de los botones de su chaqueta que daba a un gran bolsillo de una larga y marrón gabadardina, sacando de ella mi arma. Rafael casi sin elevar la mirada al nuevo invitado cogió el arma y me la dio.-Toma llevatela ya sabes las reglas.-
-Si no mató, me mató.- Mi voz afirmo para mis adentros.
Entre en mi alcoba donde una antigua mesita de noche sostenía una lampara de gas de aquellas que usaban a principio del siglo XX, me tumbe en la cama y deje que el día pasase para darle lugar a la noche.
Ya entrada la noche abandone la alcoba y baje de nuevo al piso de abajo las escaleras de mármol ya estaba enegrecidas por la loción del tiempo y la barandilla necesitaba una buena capa de pintura, al bajar me encontré de nuevo al hombre que había presenciado el asesinato y que acto después había recogido mi arma.
De pelo color azabache y barba a medio recortar, observaba con templetud las estrellas mientras encendía un cigarrillo.
-Buenas noches. ¿Has descansado?-
-No.- Contesté.
-Normal, como dice el señor siempre la primera vez es difícil. Pero te recuerdo que no es la primera vez o tú no eres el mismo Jericó que mató a sangre fría a un guardia civil.-
-No es lo mismo.- Conteste, el hombre que detonó el mal estar por aquella afirmación, ágil pero no incauto como un gato, prosiguió con la conversación.
-Me llamó, bueno me llaman Ojosnegros. Viene como puedes ver por lo grandes que son mis pupilas y las negras que son.-

-¿El qué no fue lo mismo, la muerte de aquel guardia civil? Acaso no era el mismo espíritu lo que te empuja ahora sobrevivir.-
Ciertamente tenía razón, pero la muerte de aquel mal parido fue por el asesinato de un inocente, de un amigo y no era comparable con la atrocidad que había realizado horas atrás.
-No fue lo mismo.- Mi miraba no quitaba su visión del suelo manchado de barro.
Ojosnegros, me miró y observo en mis ojos aquella mirada de locura que suelen tener los pensamientos.-¿ Quiere uno?- Sacó un cigarrillo de una vieja caja de acero donde cada cigarro tenia su lugar marcado.
-No suelo fumar, pero vale.- Agarré el cigarrillo y Ojosnegros me ofreció una cerilla encendida para el comienzo del humo toxico que comenzaba a prender en mis pulmones.
-¿ Ha que se dedicaba antes?-
- Era astillero, pero desde muy pequeño escribo pequeñas narraciones aunque nunca he tenido existo.-
El sicario de Don Rafael sonrió-Así que escritor, pues buena historia tendrá si sale de esta.-
-Hagame caso ni de la mente más perversa puede salir una historia tan extraña.- Metí de nuevo una calada al cigarro dejándolo a medio acabar.-¿Usted a que se dedicaba antes?-
-¿Yo?, siempre hecho lo mismo.- Su mirada se perdió en aposentando se en algún lugar del jardín que ya había sido cubierto por la oscuridad de una noche tranquila y húmeda la propia después de la tormenta.
-¿Lo mismo, qué es lo mismo?-
-Nada, digamos que nací con mala estrella.- Ojosnegros lanzó el cigarro y dejo que en sus pulmones le provocaran una buena tos.- Bueno, un placer me voy a la cama, intente descansar mañana será otro día.-

jueves, julio 10, 2008

Dialogos de Romeo

No es preciso cantar a luna y esconderme bajo luz de estrella, porque en la oscuridad de la noche tus dos ojos como perlas me iluminan. No entendies las palabras que mi mente concierne al verte, pues ni los dioses ven el fruto de estos pensamientos.
Ahora callad y escuchad como las olas de mi interior palpitan deseando tocar la hermosa tierra de tus pieles, porque ni hombre ni bestia a amado con tanta devoción, como te amo, pues sabed cuando la dulce mujer de negro tiña mis pieles de blanco hielo, no dejaré costancia en este mundo más que el amor que te tengo y no preciso más, porque mi alma te pertenece y no deseo más que escuchar tus latidos, porque aunque uno soló fuera mi vida hubiera tenido sentido.

viernes, julio 04, 2008

Un recuerdo amargo

Evoco el tiempo de un nuevo amanecer a la noche que es víspera de mi soledad de nuevo ante el sol descanso entre las abultadas sabanas de cualquier cama y no os encuentro amor, tempestades de pensamientos rozan la agonía pues no preciso más de la pasión de mis palabras para deciros cuanto os quiero, pero eso ya no es suficiente pues ni el mismo cielo os hará llegar este angustioso pasaje de un poeta que ya no escribe versos nuevos ya que en sus manos quiebran el amor por el silencio de las cosas que jamás se te narraran por mi bien y quizás por el vuestro, tanto que contar y tan poco tiempo para amaros, falta ya poco para el canto de la parca que me arrastrará a la madre tierra de saladas aguas,no deseo prolongar tal sufrimiento pues si nos puedo tener no deseo amar a nadie más.

Acude pues a mi desgracia y presencia como la vida sin tú amor me mata, tal vez entre tanto pesar el sueño es el rey de mi descanso porque preso de la fantasía inédita del dios Morfeo te tengo y en de las oscuras pupilas te obsequio con la verdad que jamás fue escrita, ni dicha por una boca que ansia vuestros besos.

miércoles, julio 02, 2008

Cuentos de Zaratrusta II

El maestro tomó asiento al pie del camino, su alta edad hacía que sus pies prolongaran tan raudos descansos que más de descansar su corazón cansaban a su discípulo.
El discípulo observaba con entretenida afición la respiración cansada de su maestro, mientras este babeaba un trozo de manzana que había sacado de su viejo petete.
Se habría un sendero grande a sus pies que daba camino a las enrocadas montañas.
El maestro observo la magnificencia de los altos titanes de roca y suspiro en sus adentros, Ay las montañas.
El discípulo que había oído a su viejo maestro le insinuó, debe ser maravilloso viajar entre nubes en soledad y esbozar con palabras lo que en nuestra mente en el silencio de la naturaleza prolonga.
El maestro miró con cierta arrogancia a su discípulo y le pidió que tomara asiento de nuevo, que su condenada mente le había hecho recordar un viejo cuento de las montañas.

Hablan así los que ahora descansan de un hombre que buscaba un pensamiento tan puro que en su fascinación escogió los Alpes para en soledad encontrar un reposo y una actividad pensante mas encontró un pensamiento que no supo controlar y que la poca cordura de la filosofía le hizo perder la suya, tal era su estima por lo particular que el hombre se asombraba hasta de su sombra, pues tiempo atrás de su visita los lugareños que habitaban la zona juraban a ver visto aquel hombre alemán hablar con su compañera oscura.
El discípulo no daba crédito a las palabras de su maestro, un hombre que hablaba con su sombra ¿como iba a ser posible tal locura?
Aquel hombre, prosiguió el maestro, llevaba siempre una pequeña libreta donde cuidadosamente escribía todo aquello que su errática mente le planteaba, incluso a veces no entendía una vez en el fuego de hogar sus escritos ya que su mente había ido más rápida que su mano y esta solo había prolongado en el blanco papel una seria de extravertido buratazos que al presente pretendían ser palabras, dicen que a su muerte el podré filosofo decía ''otra vez'' y bien no sabemos quién o cuando perdió la cordura este noble hombre o tal vez fuese la sociedad que lo rodeaba quién a su parecer había perdido su propia cordura pues no Vivian tal y como él creía, ya que muchos de los gestos humanos fueron y son para nosotros efectos de poca razón y este honorífico filosofo pensaba que todo aquello particular en el hombre era lo que había que hacer incluso resaltar su parte más animal.

La lección que nos deja es que la obsesión por la vida termina matando como todas las obsesiones y pasiones aunque no hay que temer a estas por sus gestas sino glorificarlas porque siempre serán y son nuestras y como dicen los padres por mucho que me pese el fracaso de mis hijos siempre serán hijos míos.

miércoles, junio 25, 2008

Cuentos de Zaratrusta

El maestro tomó asiento debajo de un gran olivero, su discípulo que caminaba entre divagaciones absurdas se sentó en frente de él.
El sol buscaba asilo entre las altas montañas del
peloponesio, entonces el buen maestro al ver que el discípulo navegaba entre sueños y fantasías, comenzó.

Os contaré como el afán de los sueños engaña al hombre de a pie.

El
discípulo salió de su corta ausencia y puso ojo avizor las palabras del maestro.

Pues cuentan que en la vieja
Atenas vivía un viejo que siempre divagaba, como tú en estos momentos, lejos de la pura realidad y al ver cada vez más defectos al su alrededor más divagaba, era un buen maestro pues gracias a él, el hoy conocido como hombre comenzó a ser más que un hombre gracias al pensamiento puro que él buscaba, aunque aquella verdad total jamás la encontró es más dudo que alguien sea capaz de encontrarla, por muy buenos dioses que tenga.

El
discípulo en mudecio y apoyó su lugar pensante en su mano. El maestro prosiguió con la enseñanza.

Los hombres que habitaban con él, lo bautizaron con el nombre de los Ojo de Dios, porque sus divagaciones siempre eran lejos de su realidad y asumido en sus sueños
creía que en algún lugar encontraría la respuesta a sus condenadas preguntas y en ese preciso lugar y todo seria tan perfecto, en definitiva buscaba la receta del primer paraíso conocido.

Tal vez él encontrará
sistemáticamente su propia realidad, pero omniscientemente en esta perdía en el horizonte los detalles que las musas naturales proclamaban al viento en vano su buscada eterna no dejó comprender al gran maestro que la transición de sus pensamientos corrían tan alejas a la realidad que eran irracionales para un hecho de vida, ya que las altas preocupaciones de su subconsciente no le dejaban ver más haya de lo que su mente le relataba.

El
discípulo, que no entendía ciertamente que tenía de malo un pensador como el que describía su maestro, porque acaso el hecho de pensar no es lo que hace al hombre.

El maestro finalizo la charla diciendo, solo la realidad de la vida es importante aquello que en nuestros ojos brotan y nuestro corazón siente es lo importante porque acaso
después de la vida alguien sabe si hay algo más y si lo hay no nos concierne o no le interesamos aquellos que han muerto y han visto el camino que proponía en vida Los Ojos de Dios.

El
discípulo preguntó a su maestro si hoy en día había hombres que sufrían el mal del filosofo, el maestro quedó pensativo en silencio.

Si, los hay. En
cierta manera toda la raza humana esta castigada con el don de aquel primer filosofo de ver en los pensamientos más incunables del alma un lugar donde evadirse a pensar y más aquellos que escriben que sin temor muestran las palabras de los hombres que sueñan.

El maestro se levantó e invito a su
discípulo seguir con tal largo camino.

miércoles, junio 18, 2008

Dios Luna

La luna diosa de plata punteaba el horizonte y sus rayos penetraban el mar llegando hasta la costa. Los isleños gentes de viejas costumbre y apasionados del mal vivir de las drogas y el alcohol celebraban al a sosiego de la arena el antiguo rito de la celebración santa de Sant Joan, pero mis ojos necios en la oscuridad se sorprendieron al ver entre las aguas un cuerpo que flotaba a la derriba, tal vez el humo surgiente de mi garganta resacosa me cegaba y procuraba tal visión.
Me dirigí al mar con paso seguro el griterío de la gente contrastaba con el clamor de la olas casi enmudecido, mis pies notaban ya las primeras gotas saladas entre mis dedos y mi cuerpo se rindió al frió, combatí contra la espuma de las olas por la fascinación de la imagen que ocupaba mis ojos.

La costa ya quedaba atrás y el algarabía sonaba incesante en el horizonte terrenal, el silencio del mar complacía mis oídos y la sal rodeaba mis labios con un beso de sirena, entonces en la embriagadez marina ilusoria un cuerpo de mujer destaco en mi mirada, de cabello lacio y moreno y piel blanca como luz de luna, pese a mi no creencia hubiera jurado que era la Virgen que asomaba en las aguas de mi vida. Al verme, ella me sonrió y yo con la cara desbocada al ver tal belleza no reaccione, mi cuerpo se vio absorbido por las olas pues el dios Neptuno presenciaba me ausencia de la mar alejándome de tal fantasía note de nuevo la tierra áspera de la playa, el sol ya asomaba incesante en su paso entre las viejas montañas de la Tramuntana, y mi ser se batía una pregunta quien era ella y porque desde ese momento la amaba.

Desde aquel día, ahora ya viejo, no he podido volverla a encontrar bajo ninguna marea de mis envejecidos ojos, la hecho tanto de menos, aunque aquella imagen aun resurja como una noble isla en mis retinas.

martes, junio 17, 2008

La última carta de Werther

Amigo te mandó esta última carta, para mostrarte lo que tus ojos solo han podido leer, pues bien sabes mis historias ya que te las ido narrando durante este largo tiempo que he amparado mi amor lejos de casa para encontrar de nuevo la desgracia de la señora realidad.
Precisaré pronto tú presencia porque mis desvaríos han ido haciéndose más y más intensos como el amor que siento, pero de buena casa me enseñaron que aveces el idealismo del sentimiento tiene que abolir se por el hecho de la razón y la negación, y a sabiendas que este no va ser posible pretendo dar un largo viaje si retorno en busca de paz. Ya he mandado a mi sirviente preparar todo para tan gran hazaña aunque tal vez mis evocados sentimientos vayan allí conmigo.
Se que durante este largo tiempo te has preocupado por mí innecesariamente y tal vez esta carta te llegué ya muy tarde, pero no deseo ser como el animal herido que huye y necesito explicar al son de mis letras lo que siento.
Sabes que este bello paraje alemán he encontrado a la sirena de mi barco, y pese al intento negado de luchar contra olas y corriente por el bien de mi salud física y mental no he podido, porque la amo y jamás podré pudrir este sentimiento que presiona mi mente con el cantar que engaño a los hombres de Ulíses, y aunque ella me ame sabe que debe cumplir la palabra de su familia y casarse con el hombre que conquisto antes su corazón que yo que solo soy un pasajero más en su dulce vida, temo no olvidarla y eso es lo que me aterra, aveces por la mañana o a luz de la aurora y pido a Dios que me de su gracia en voluntad para luchar contra el deseo mortal que es el amor, pero si este existe yo no he hallado respuesta alguna, no te preocupes por mucho que mis lágrimas mojen y emborren este último manuscrito que no pretende tener la perfección licita de los demás porque pese que tengo mucho que contar no encuentro la manera de traspasar los aforismos de mi mente, y intentaré escribir con la máxima brevedad posible.
Pues pese a mis intentos por conducir mis andares hacia lo racional todos han sido en vano y pretengo realizar una última hazaña tanto de valentía como cobardía, esta tarde al silencio escaso de una habitación a media luz recibiré las pistolas de manos de su captor y precisare dos balas para el trágico final de mi obra, adiós amigo, adiós.

domingo, junio 15, 2008

Pensamiento de una tarde.

Quiebra en mi, las voces de los hombres y no más puro que el silencio que escucho, en rincones asustado entre tanta desgracia ajena evito recordar la propia, pues la sociedad que me encadena como una bestia acomodada en su jaula cierne sobre mi su propia cordura, soy distinto como todos y a la vez igual que ellos y ciertamente no encuentro motivo alguno para aliviar tantos pensamientos que bloquean la pureza de mi alma, sin querer entender lo que estoy condenado a entender que soy hombre tan solo eso, y pese a mis alturiosas* fantasías no dejaré jamás de ser humano y como con siguiente imperfecto.
Una pregunta se desvela entre tanta lágrima viva, sin saber la respuesta. Aturdido y sin reparo mi cuerpo envejecerá hasta envolver el sonido hueco de una fosa de huesos, entonces quizás en la tierra del padre mi pregunta encontrará su respuesta, pero es incesante tan larga espera.
Tendré entonces que aprender a vivir como ellos, sin preocupaciones inmortales y entrar en su sucio juego de prejuicios ya que los hombres solo considera que lo bueno es lo que tiene y lo que alcanza y nada más.
No puedo seguir con una vida que avista el faro más cercano en el cinismo de un final natural y pretendo saber que es eso que no logró entender como puedo amar, como puedo llorar, sin derramar alarido como un viejo joven, que ya aprendido a callar y a escuchar y aceptar tan desagradable prestaciones.
Vivarachos, mis pocos lectores encontrarán en este escrito tan solo en civismo que ellos le quieran otorgar, tal vez me tachen de loco y de un incomprendido de la sociedad, pero es cierto que eso a mi no me concierne, pues solo escribo la intransigentes imagenes que mi mente corrompe en mi ser.

sábado, junio 07, 2008

El último tributo.

Soledad tantas palabras y en mi mente solo resuena la palabra, soledad, transformando mi agonía en una vela que se consume al son de un oscuro velatorio. Renunció a amor alguno, ya que soy incapaz de demostrar mi ser entre las gentes por mi propia cobardía, ya que carencio de la virtud que un día el amor me concedió. No es inseguridad pero comprended que en mi agotado cuerpo ya a golpeado la maza del castigo humano, así que preciso amar en soledad que vivir entre gentes que nunca llegaran a conocerme.
Triste confusión a la que me condenó por un amor infantil de una niña que me demostró la felicidad en días oscuros, pero ahora me hallo de nuevo entre seres absurdos que denotan mi despreció y ella a quien tanto ame ya no existe. Condenado por un beso que jamás tuvo que haber rociado mis labios así que ya es tiempo de pagar mi preciada deuda con el olvido y olvidar este amor vivido de hombre, ya que aquel amor mortal jamás tuvo que existir.
Ya es hora de olvidar, porque para mis ojos fuiste la flor más preciosa que mi desagrado no supo cuidar y ahora al llegar el frió helado de mi corazón ya has muerto y ahora debo enterrarte sin más espera en el gran panteón del pasado sin quererte ver más porque ya eres solo polvo, adiós amada mía, adiós, porque tú ya no existes.

jueves, junio 05, 2008

Deuda con el olvido.

Escribo palabras que desahogan la frialdad de mi alma de un tiempo hueco que en su silenciosa marcha expresa la lejanía de un amor fugaz que dejo como polvo de estrella maltrecho aun mi corazón que aun te ama. En un vano intento expreso las huellas de mi amor deseando tenerte de nuevo en mis brazos, deseando volver a besar esos labios quebrados que tanto medieron que tantas quejas ahora representan. No te quiero perder porque formas parte de mi alma, pero en lo sincero de mi corazón preciso un deseo para peder en el olvido aquello que aun representas en este corazón baldío.
Tal vez algún día entiendas en un solo acto de voluntad el significado negado de mis palabras, pero ya será tarde y aquel mar que representabas habrá volado como una fragancia hacia el olvido enterrado como un difunto en el olvido.
Así que te pido perdón por ser incapaz de olvidarte, perdón porque a sabiendas de que ya no me amas yo te sigo queriendo.

El control de la existencia

Representa una imagen en la elocuencia de mi cerebro como una celebre espina de rosa que pugna la herida sangrante. Apuntes de una locura controlada por canes desafiantes que muerden a su presa de estelada* vida.
Así es como el barco errático navego entre los cielos y los infiernos que acosan imprudentemente a mi yo más interno como si fueran negros buitres siguiendo el residuo del alma, tal vez en las antiguas escrituras de mi corazón desvelé un motivo, un álter ego que comprendiera los hechos siniestros de mi vida, completando así la esperada esperanza que haga brillar el faro que me guié hasta mi propia existencia.

*estelada: mal lograda, difunta.

lunes, junio 02, 2008

El sueño descanso por fin en mi morada bajo un olor dulce de inocencia y brillante como el aramo sosegado de una flor bella pero no exuberante.

Ella volvio a descansar a mí lado y yo tristemente volví a ser por un corta brisa de tiempo feliz, no deseo que temas mís abrazos ni mis caricias porque te ame ya que en los lirios de mis sentimientos se que solo necesito de vez encuando verte y nada más, triste conformismo de respeto y amor que solo busca tu felicidad y no la mía, tal vez sea que comprendo la sinfonia que rige tu alma que me deja entender lo suficiente al ver tus ojos para entederte y mantenerme cerca ti pero a la vez lejos mi.

Sabed pues que os amo mucho y siempre lo hare aunque desde la distancia que me permita mi corazón para no incomodarte con mi cercania, ya que deseo que seas feliz.

Asi que no deseo que tus ojos derramen tristes lamentos ya que tienes motivos para sonreir y quiero que siempre que te sientas triste recuerdes que aqui hay una vieja alma que no confiesa toda la verdad para no perderte, pero que te quiere y desea que tus sueños se cumplan porque tu me enseñastes a volver vivir.

domingo, abril 27, 2008

Acción de autenticidad

Escucha lo que escribo y háztelo tuyo, pues es lo que siempre te quise contar y mi corazón no pudo:
En las noches frías tu olor es mi calor, tus caricias mi vida porque sin ellas este viejo transeúnte de palabras hubiera acabo con su cuento. La verdad es que hace tiempo que te quiero y el error es la cobardía de mi boca por no narrar lo que ahora tus ojos presencian, demasiado tarde para tenerte, demasiado para olvidarte.
Ahora sé que ya no me quieres aunque yo por las noches te eche de menos, mientras mi corazón se transforma en dura roca y demuestro con mis gestos el hombre que en verdad no soy. La verdad es que siempre he tenido miedo y he demostrado que no soy fuerte, pero no olvides jamás que en aquellas noches que dormí entre tus brazos y adorne tus labios con besos fui el hombre más feliz del mundo y por una vez volví a ser humano.
¿Te preguntaras por qué soy incapaz de confesar lo que pienso? Ya que es mucho más de lo que escribo, pero es el simple hecho de no molestarte cuando me veas. Pero en este sincero gesto te quiero dar las gracias ya que eres la única de sacar la autenticidad de mi alma de las sombras. Así que gracias.

lunes, abril 21, 2008

Itaca

El sol ya ilumina la costa y oscurece el rostro del navegante por la triteza del fin de un largo viaje. Tal vez en las costas vecinas, donde él era un extraño que paseaba entre comercios y usuras de vidas agenas a la suya, desvelo iracundas verdades adulteradas por razonamientos equivocos. Tal vez encontró entre las mujeres de vella casta, a quién amar, a quién abrazar por las noches y el despertar de un aroma que jamás desaparecera en su mente.


Pero todo aquello que escapo entre soles y lunas ya no importa, porque como un cantó de sirena empujado por las azules y blancas olas del mar a guíado al noble marinero hasta las costas tranquilas del Hades donde sus deseos de libertad acabaran silenciados por dantesco sonido de una pala. Entonces los ojos miraran con tierna estupidez los gestos de una vida finalizada que las arenas del tiempo borraran sin dejar costancia en memoria.


Ahora en mis ojos ciegos se proyecta lo que aquel noble marinero vió y sintió entre las aguas y tempestades de una vida que no fue cantada, porque simplemente fue una vida olvidada y surge en este pobre corazón el reflejo de las aguas marinas, que proyectan en silencio auqello que los hombres no narran, pues aquel tiempo que no me pertenece es el que me fascina porque el tiempo que me tocó vivir no le pertenezco, ya que soy contador de vidas pasadas y no de mi tiempo, pues ya he llegado a puerto.

domingo, abril 20, 2008

El entender de vida

Al encuentro del visitante resplandece la incunia de los ojos que lloran, tras el abismo del raciocinio que los inmortales mundos de mi cabeza desguazan en palabras.

Piedras de templos que ya no componen nada, solo imágenes a medio terminar que al acercarme no comprendo, creer dicen los vivos y sabios, pero incrédulo son los ojos de un sentir que hiere a la propia mente que los proyecta. ¿Como creer en aquellos narcisistas hipócritas? cuando nadie tienes y solo el roce fresco de un ataúd alivia tus lágrimas.

No hago ademán de esta vida y pese a mis quejas el corazón roto no reacciona, imponiéndose a mi voz el canto de las parcas. Esa es la desdicha de la vida que todo hombre a de asumir, la responsabilidad de unos actos eternos que en enloquecerán bajo las olas del tiempo la cordura del ser.

Pues, hombre acostúmbrate a andar entre las desgracias de la vida con la habilidad de los alegres, ya que es preciso el sufrimiento para pincelar con fina tinta de oro esos momentos únicos que hacen de ti vida, tal vez no ames más y el horror se asome a tus ojos vestido de negro, tal vez encuentres aquello que buscas entre la alegoría de las gentes que te rodean, pero jamás rechaces el amor ni el sufrimiento de tú alma, porque eso es dulce vida de ángel.

*incunia: Malestar, llanto

miércoles, abril 02, 2008

El principio del Fin

El disparo trono en la sala y el sonido de un cuerpo cayendo al suelo, me golpeo en los timpanos. Mi captor me libero de mis ataduras, pero me rogó que por el bien de los dos aun no me quitara la venda que cubría y cegaba mis ojos, puso mi mano sobre su ombro y comenzamos a caminar, el sonido de la cerradura de la puerta de la sala abriéndose.

Después de subir aciegas unas larguisimas escaleras el aire se hizo más tibio.

- Ya te pues quitar la venda.-

Mis ojos que habían acariciado la oscuridad por largo tiempo, ahora se avatían en un limpio rayo de luz que promulgaba en estos una larga ceguera. El hombre que me había liberado para luego encarcelar me en un sótano húmedo y oscuro me había vuelto la libertad, tenía unos treinta años de tez morena y barba a medio recortar, me miro con sus ojos negros que como el vil metal se clavaban en mi cabeza.

-No, sabes quién soy, pero ahora eso es lo de menos.- Aprovechando la pausa saco un cigarrillo de un pequeña caja de metal ya cascada por el tiempo, el mechero de buena marca hizo que el hombre saborease de nuevo el tan omnistioso gusto de su mal crecido vicio.
-¿Donde estoy?- le pregunté, él dando de nuevo una calada al cigarrillo no me contestó aun, y agotando el humo de sus interiores, prolonga tan extraña charla.
-¿Donde te has metido? Tendría que ser tu pregunta, porque si sales con vida es que habrán caído muchos antes que tú.-
No sabía a que se refería el extraño mundo que me había rodeado hasta entonces era nuevo para una vida inmunda y sencilla de un simple astillero que no deseaba más desgracias. El hombre de tez morena saco un pequeña pistola.
- Aquí tienes lo que te espera, aprendes a utilizarla contigo o aprendes a utilizarla contra aquellos que te deseen mal.-
- De que demonios hablas. No quiero un arma. Es que la guerra no ha sido ya suficient...-
-No. Para algunos nunca hay suficiente.- Su voz amable se había tranformado por un momento el la voz fría y seca de la muerte.
- O me ayudas a ayudarte, y coges el arma, o te ayudas a morir sin dolor ahora que puedes. Tú decides.- Mientras su lengua erguia estas palabras el arma había puesto su visión entre mis ojos. Tomé aire la decisión era bien clara o descubría que era aquella chica y todo lo que estaba pasando o moría ahora o más tarde, porque la única verdad era que alguien que desconocía me quería dos metros bajo tierra.

domingo, marzo 30, 2008

El rey y el tirano.

Aullenta la serenata de los hombres o necio fantasma de tibios colores y dejate ver a luz de las velas celestes, dejate ver, entre las soledades de un cementerio frio y un polvo seco. En apariencia como uno más de mis hermanos, en corazón y alma distinto como todos pero como ninguno.
Fui hombre de bien, pero ahora no me reconozco en los burdeles de cristalinas paredes que reflejan la frialdad de un cuerpo mutilado por el fragor de los años y sin pesquisas sobre una vida que relata la no existencia. Ahora busco sumergido en tinieblas el son de una sirena que guie mis pasos cansados y me sumerja en las aguas del latir de una muerte enamorada.
Perdido, perdido, en un mundo que no conozco, que no comprendo, que no siento, asi me siento, en la necedad de los hombres.
Ahora en silencio envuelto entre sabanas entierro a mi rey en mi corazón y todo lo noble que él me otorgaba, atizo las estrellas del firmamento y canto a la oda del tirano, que entre los escollos de un gran palacio a nacido para comandar con mano firme a este fiel siervo, que espera que su noble señor rezucite para curar las heridas de los latigos.

viernes, marzo 28, 2008

Una herida en el corazón.

Escucha la música, entorna tu cuerpo de las voces quemando tiernos sonidos, que ya no narran nada más que un silencio pausado. Pues escucha lo que dicen las palabras y no el significado de esta frase que cansa tus ojos, pues en las noches desvelo una frase que te echa de menos.
Amor de un olor despertino que no me deja dormir en las noches de madrugada desvanecido en sueños despiertos, recordando cuando estabas a mi lado y mi brazo envolvía tu hermosa cintura de niña. Triste pasado que debo olvidar porque yo tal vez te quise, pero esta presente que para ti era un juego más, un vagabundo que estacionaba su deseo en tus mantas.
Desgraciada en tus gestos hiciste que te quisiera con nobleza para luego abandonarme delante de una puerta cerrada, pero tal vez un día bajo el reflejo de tus ojos tristes entiendas que yo te amaba y ahora me has perdido, tal vez conozcas a otro que recompense con un amor y tú con la edad aprendas a querer pero para mí solo fuiste un vano sueño difícil de olvidar, una pesadilla que hirió mi corazón.
Pues difícil es la tarea de cupido, bajo los ojos del ser humano que no entienden a los corazones que aman sin motivo alguno. Escucha pues ya no tengo palabras para ti.
Como dijo el poeta Neruda ''Hoy puedo escribir los versos más tristes'' pero ya te olvide.

sábado, marzo 22, 2008

El Arte de Delfos

Arde, bajo el fuego arrasador las palabras perdidas del principio del arte de la palabra. Perdimos la batalla y todo pasado fue mejor, pero aun resuenan con fuerzas el conjuro de aquellas que no fueron siranas, sino poetas de amor y este es mi tributo a las maestras de la sinfonia del encanto del vocablo.


En el silencio de una habitación muere el artista, cae el telon para tan dramatica vida, envuelto entre humo de tabaco y aliento seco de un mundo que observa impaciente. El artista busca entra los inertes ricones del pensamiento la pureza de su texto que pare como un hijo mal criado y desformado por la manos imperfectas ya que la pureza del material no es viable a la realidad. Somos dioses tal vez, pero dioses pobres que no comprenden el mundo que contemplan pero si el mundo de nuestros sueños.

martes, marzo 11, 2008

Palabras oscuras, del diablo que llevo dentro.

Ser humano que habitas mis adentros porque sigues buscando, sabes que no eres como los demás que si algún día tuviste un Dios lo abandonaste, que el amor se esconde tras palas de tierra, pues debes saber que tus ambiguos sentimientos solo son el reflejo de la persona que fuiste y que el calor de tus amos es el reflejo de una mascara tierna y sincera.

Ellos quisieron y tú me cerraste las puertas durante mucho tiempo, pero ahora que la última lagrima se a desprendido de tu mascara de cartón, que resuene la razón y la frialdad del corazón vació de un hombre que quiso ser normal.
El fin se acerca y la sonrisa del diablo esta más cerca.

Yo he renacido de los fuegos de tus sombras soy inmortal y ahora es mi hora, las necedades de los sentimientos quedaron atrás, como los amores. Yo seré tu guía y tu mi fiel siervo, escucha los llantos de los condenados, observa la piel que alimenta la tierra, tacto la herida de todos los corazones ¿ Y decidme si ellos no se merecen sufrir? lo que tu vives.

miércoles, marzo 05, 2008

Humillación de Dante.

Tierras que arañan de nuevo los pies secos de un caminante sin camino, sin faro que guie las palabras perdidas en el viento que tus odios dejaron pasar, pues digno fue tu engaño y limpios los besos que te dado.
Envuélvete con tus harapos de princesa y marcha donde no alcanza la vista y así espero que las caricias de mi cuerpo no te echen de menos en las noches oscuras, vete falsa Beatriz y no condenes a tu infierno el precioso zafiro que te regalado.
Por fin mis ojos han desvelado el engaño que el divino drama de los infiernos había visionado para mi, pues condenado a la soledad y a la imperfección humana de los errores.
Habéis perdido algo muy valioso, lo peor es que jamás os daréis cuenta, si alguna vez fuisteis un ángel para mi sabed que ahora las ratas tienen más importancia incluso sus heces, que tu simple vida.

martes, marzo 04, 2008

El interrogatorio

La casa en poco tiempo quedo completamente en silencio, y el aire comenzó a turbarse, mi cuerpo adormecido y mis ojos a medio caer, hasta que al final cesaron su luz en la oscuridad.



El llamado sueño eterno tocaba a mi puerta, entonces una extraña sensación me despertó, vi un hombre y note el roce del suelo en movimiento.


Una vez en las escaleras empecé a toser, como si se tratasen de los primeros llantos de vida de un niño recién nacido. Aquel nuevo amigo me agarró del brazo derecho y me ayudo a bajar las escaleras, cuando apenas faltaban tres escalones mi pierna izquierda no reacciono y caímos los dos, solo recuerdo como me dolía el brazo y el tacto con el suelo apenas lo note en el resto del cuerpo, el hombre me volvió a levantar y poco a poco llegamos hasta la puerta abierta, al salir el aire me refresco los pulmones, estaba vivo, gracias él, yo estaba vivo.

Mi cuerpo borracho de gas fue obligado a entrar en un furgón, mi mente vaga en ese momento solo visualizo el color negro de cristales y carrocería. Una vez dentro del furgón note un golpe seco en la nunca.

Al despertar me encontré con la vista cegada por una tela negra, y maniatado de pies y manos en una vieja silla de madera de red. Entonces mis oídos captaron el resquebrajar de una puerta que se habría, con la cabeza cubierta intente mirar, a lo absurdo de mi acción le siguieron una palabras de una voz nueva para mis oídos.


- ¿Ya estas despierto?-. Era una voz seca de hombre joven.

-¿Donde estoy?- Le pregunté.

-Eso no te tiene que preocupar ahora.- Al callar oí romper una cerilla de aquellas cajas de hoteles que solo los acomodados se podían permitir, la ceguera momentánea había agilizado mis oídos o tal vez el miedo y escuche el roce de la cerilla contra la caja y como el fuego se hacia dueño del fósforo, entonces un olor a tabaco se adueño de mi nariz y note como algo de calor se acercaba a la herida de mi brazo izquierdo.

-!Ahh...¡- Grite aquel animal había apagado el brillante fósforo sobrante sobre mi herida de bala.

- Bien, ahora que ya nos conocemos, me gustaría preguntarle un par de cosas. Ya que veo que ha quedado claro quien tiene la sartén por el mando. ¿Lo a entendido?-

-Sí.- Contesté.- Mi cuerpo asumió el nuevo rol de sumisión.

-Vale, ¿dígame su nombre y su procedencia?-

-Me llamo Jericó Galmés Torres, soy propio de Manacor y Eivissa.-

-Entendido, bien Jericó, escuche. ¿ Por qué ellos le siguen?.-


-¿Quienes?-


-¿Venga no sea absurdo? -soltando un media carcajada partida-¡Y contésteme la maldita pregunta!- Su mano derecha, rozo mi cara con rapidez. Las lágrimas empezaron a mostrarse en medida en mis ojos .El miedo acelerando mi respiración y provocando palabras tartamudas, me complicaba más la acción de hablar.- No, no, no lo sé.-

-No lo sabe... ¿O es que no quiere contestar?-

El silencio siniestro de la incertidumbre se apodero de la sala que se interrumpió con el sonido cortante de un cargador introduciéndose en el arma del verdugo.

-Bien, Jericó. Por última vez ¿por qué van a por usted? Por favor, no me obligue hacer cosas que no quiero hacer.-
El temblor había desaparecido, ahora entendía la importancia de mis palabras y si existía aquel Dios que en las escuelas predican, tendría que marcar mis palabras de sinceridad y salvarme la vida.-No lo sé, se lo juro por Dios, que no lo sé, no me mate, por favor, no me mate.-
El sonido claro de una bala acicalando el aire sonó y acto seguido caí al suelo.

lunes, febrero 25, 2008

Dante frente a Beatriz.*

La sombra, la oscuridad encargos del pasado, de un pesimista sincero e inseguro de futuro incierto. Pero ahora camino con paso firme a tu lado, solo con el temor de perderte y que descubras que mis palabras son sinceras. Sabed que te quiero, pese a la cordura de una sociedad que no entiende la juventud de una niña y el amor de un viejo aun joven.
Blasfemaría si niego que todas las palabras son pocas para desvelarte un sentimiento tan presente en mi corazón, que es ridículo decirte que bajo el negro manto de las estrellas echo de menos la frialdad de tus manos y el abrazo de tu cuerpo. Sería un necio si cada vez que te amo tuviera que recordártelo, con un te quiero, porque ni Morfeo podría acallar mis palabras.
¿Decidme pues si en mis ojos, en mis manos y en mis labios no encontráis el noble aliento de mi amor? Ya que en tan ordinarios gestos esbozo las palabras justas de mi amor.
Estas son la templanzas de mis palabras a la pureza de un sentimiento difícil de explicar para los más noble de los artitas y yo plebeyo de arte solo quería que supieses una pequeña gota de mis pensares en ti. Pues muchacha no olvides jamás cuanto te quiero.

lunes, enero 28, 2008

El sentimiento

Al verte,
Ya siento
Lo prohibido

Al añorarte,
Dejo de lado
Mi pecado.

Hallarse,
Entre tus labios
Un solo verso.

Que indique,
Mi sentido,
pues os amo.

Amor para la vida

Sigo enamorado,
Sin saber de quien,
Sin entender el modo.

Sigo pensando,
Por la belleza
Del idealismo.

Sigo enamorado
Del aire
Del rocío.

Sigo acompañando,
A la libertad,
Del pueblo.

Sigo galanteando
Con la voz,
Del canto del viento.

Sigo cautivado,
de la tierra,
y de vos.

Porque simplemente,
Vivo enamorado.

Canto a Isabel

Polvo, oscuridad,
palpa ya tus ojos.
Sin pena gobiernas,
sin dolor te alzas.

Ruego al cielo
lo que no pudo.
Aprecio a la tierra,
de la victoria.

Preciada flor,
dama eterna,
del amor.

¡Imponente astro!,
de la pena viva.
Porque amo,
A tal fatalidad.

¡Necio!,
en su locura,
triste en su pena,
pero no lagrima,
en su condena.

Viste el adiós,
la mera llamada,
de la parca.

Sin piedad, sin perdón,
simplemente sin respuesta.

¡No!, no lloraré.
El cielo llora,
la noche,
la víspera,
de la difunta.

El abrazo intacto,
del hijo, sin latido,
¿Por qué,
como puedo vivir,
sin ti y no morir?

Vi como marchitabas
Y mí alegría llevaste,
Ahí contigo,
la dulce melodía,
de tú latido,
sin ya recuerdo.

lunes, enero 14, 2008

La pluma del Albatros

No poeta, tú no eres el genio ni el que divisa el cielo. No poeta, tu no eres la honra ni el sentimiento.

Ojos que difuminan el altar de la vida, esos son tus ojos poeta, esa mi condena, la pasión otorgada que oprime mi pecho con corrientes de sentidos y experimenta con palabras escritas las abstractas imágenes encerradas de un cuerpo mortal, que me ciegan como la niebla de mañana.

No obstante cada imagen, cada sonido, cada olor, tiene un perfil sorprendente que llama y refleja una vida inaudita, ¿como apagar entonces lo inexpresable del alma?¿como desenterrar el cantar de Delfos de mis venas, cuando esta tan presente?

Alimentare a tus oídos con mis lamentos y penas, pero ni Morfeo en sueños reflejaran tal dolor, tal angustia, en los momentos que mi mente vacía obedezca a la siniestra criatura de los hombres, esta atrapara al albatros encerrándole en una gris mazmorra, haciendo que las alas del gran gigante sean toscas para andar entre tanto publico de piedra. Y ahora cruel sociedad mandáis como un rey, a que la lanza atraviese el corazón del animal indefenso.

Entonces sabed que aquel animal que los marineros burlan cuando sus flechas le alcanzan, es el poeta, soy yo, que en los vuelos de mis sueños no alcanzo a entender el despertar de los hombres.

martes, enero 08, 2008

Perro Traidor

Caerá una lágrima que resuena con fuerza madura en las negras paredes de mi alma, encerándome en el oscuro habitad de la luna y ella dulce compañera triste observara la infortuna melancolía que me brinda la vida, como un barato licor que en soledad catan mis labios. Abrumado y borracho de muerte andaré por la sangre que antaño me amamantaba de vida, desdichado gemirá las entrañas con un grito preguntando a mis soledades: ¿Cuando os he perdido?¿cuando el perro fiel mordió la mano de su amigo?

Pero vosotros llevados por la rabia de una traición involuntaria, no contestareis y !absorto en la demencia mis manos golpearan con nuevas fuerzas mi pecho intentando arrancar aquello que odio y que me eleva al simple suspiro de un mortal!, el corazón.
Sabed que mis actos no fueron por mal, pero si mi castigo, que de nuevo me empuja a las cadenas que envuelven mi rostro de telarañas y polvo recordando lo que antaño fui, el frió suspiro de un fantasma.
Ahora buscare en las sombras de mi aposento eterno, una nueva joya, un nuevo tesoro, que alivie momentáneamente el cuchillo clavado por mis propias manos bañadas en una sangre que ya no pertenece y que mata lentamente la amistad preciada. O señores míos, os ruego que si alguna vez vuestros ojos vieron daño en mi boca me perdonéis y comprendáis que los malos gestos de ahora me duelen como a vosotros los míos que cometí erróneamente, en la agonía de mi amistad hasta el último suspiro os pediré perdón, así que no la dejemos morir.